Un sueño lúcido es un sueño
que se caracteriza porque el soñador es consciente de estar soñando. Se
puede dar espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y
ejercicios. El uso del adjetivo "lúcido" como sinónimo de "consciente"
fue introducido en por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos (en francés Rêves et les moyens de les diriger). La mayoría de los sueños lúcidos sucede en la etapa de sueño paradójico y mediante un proceso fortuito o desencadenado con el aprendizaje. La
consciencia de soñar le da al soñador la posibilidad de controlar
deliberadamente no sólo sus acciones, sino también el contenido y
desarrollo de los sueños. La capacidad de reconocer y controlar los
estados oníricos se menciona en textos budistas del siglo VII. En Occidente se ha estudiado el fenómeno en condiciones de laboratorio desde finales de los años 1970.